¿Textos largos o cortos? Una carta de 3 líneas, el 5º nivel de consciencia de Eugene Schwartz, mascarillas y un hipotético testaferro.

El debate seguirá abierto.

“La gente no lee”, ¿textos largos o cortos? se escucha en publicidad, marketing online, etc.

Existe esa creencia.

Tampoco es algo nuevo.

Eugene Schwartz escribió hace más de 60 años en su archiconocido y buscadísimo (a precios asequibles) libro “Breakthrough Advertising”, sobre qué es lo que debería determinar la longitud de un texto de ventas.

En esencia, saber en qué momento de la compra están esas personas a las que te diriges, cuál es su nivel de consciencia.

En cualquier caso, cuando termines de leer este artículo igual entre tú y yo también se mantiene la controversia, porque tu opinión puede ser distinta a la mía.

Te la cuento más adelante por si te interesa.

El caso es que un periódico nacional reveló hace unos días en sus páginas la carta que permitió al hermano de Isabel Díaz Ayuso hacer negocio presuntamente con las mascarillas durante la pandemia. Carta de una empresa de ropa de moda de un amigo de aquel, la cual actuaría a modo de testaferro en este poco transparente y suculento negocio.

imagen de un presupuesto para textos largos o cortos

Tres líneas.

Convendrás conmigo en que nos encontramos sin duda ante un auténtico y perfecto ejercicio de persuasión.

O de influencias en las decisiones de compra.

En este caso más que por el propio poder de seducción y venta de las palabras o la visión que transmiten -un triste presupuesto mal presentado-, por el conocimiento del problema, la realidad, la necesidad urgente y la oferta que por aquellas fechas tenía la Comunidad de Madrid.

Estaba decidida a comprar.

Totalmente consciente.

Ultrainformada.

Tanto, que ni siquiera necesitaron que les rebatieran ninguna objeción, tal y como recomiendan los manuales de copywriting para este nivel de conocimiento del momento de compra.

Ni que les mostraran algún caso de éxito (prueba social) de otros clientes que hubieran comprado esas mascarillas.

En la última fase del embudo de marketing para la compra de material sanitario para hacer frente a los primeros embates del COVID-19.

Frivolidades y sarcasmos aparte.

Mi opinión, interesada claro, es que la gente sí lee textos publicitarios, comerciales o de venta.

Muy especialmente en internet: emails, websites, landing pages, fichas de producto de ecommerce, posts, contenidos, etc.

Cada vez más.

Si están bien enfocados.

Si se dirigen a quien se tienen que dirigir. Alguien a quien le interese ese producto o servicio.

Si están bien escritos.

Si tienen sentido.

Si entretienen.

Y en estas condiciones, está demostrado que los largos convierten más.

Entonces ¿textos largos o textos cortos?

Mi criterio: textos siempre buenos y que no aburran.

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(Esta entrada fue publicada por primera vez como artículo de mi newsletter «The Slippery Slope» en LinkedIn. Si quieres suscribirte haz clic aquí, estaremos conectados y te asegurarás puntualmente de ver su publicación).

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